Seis cooperativas agroalimentarias extremeñas se encuentran entre las 100 principales del país

Seis cooperativas agroalimentarias de la región, socias de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura, se encuentran entre las 100 principales cooperativas del país, según los datos del Informe de la Economía Social en España 2009-2010 realizado por la Confederación de Empresarial Española de la Economía Social (CEPES).

Este informe, que establece un ranking de empresas a partir de los datos de empleo y facturación en 2009, viene a reflejar que las empresas extremeñas continúan ocupando importantes puestos en el marco de la Economía Social española.

En el caso de las cooperativas, el ranking incluye a 464 cooperativas de todo país, de las cuales 33 son extremeñas, lo que se traduce en el 7% del total. De ellas 19 son cooperativas agroalimentarias extremeñas y seis están registradas entre las cien con mejores resultados de facturación del país.

Acorex encabeza el ranking de cooperativas de Economía Social extremeñas y ocupa el puesto décimotercero dentro del ranking nacional. La cooperativa agroalimentaria Acopaex ocupa el puesto 51, seguida de Casat, en el puesto 73, y la Agrupación Valle del Jerte, que ostenta el puesto 81, mientras que Viñaoliva y Oviso se encuentran en los puestos 88 y 100 respectivamente.

Entre estas seis cooperativas dan empleo a 500 personas y facturaron el año pasado casi 496 millones de euros.

Junto a ellas se encuentran otras cooperativas en este ranking, que son Copreca, Cooprado, Tomates del Guadiana, Tomates de Miajadas, Pronat, Acoexa, Acenorca, Tomalia, La Unidad, Extremeña de Arroces, Acoba, Sumifrut y Coex.

El presidente de CEPES Extremadura, José Alberto Hidalgo, ha valorado de forma positiva estos datos, resaltando que no sólo constatan que en la comunidad autónoma existen "potentes" empresas de Economía Social, grandes cooperativas y sociedades laborales de sectores muy diversos que tienen una relevancia "incuestionable" dentro de la economía española, sino también que la Economía Social extremeña en general goza últimamente de "muy buena salud".

En este sentido, ha recordado que los datos relativos al índice de trabajadores empleados en empresas de Economía Social extremeñas experimentaron un repunte al alza en el primer semestre del presente año 2010 que no se experimentaba desde el año 2003. De este modo, se pasó de los 7.986 trabajadores de Economía Social a finales del pasado 2009 a los 10.555 registrados hasta el 30 de junio de 2010.

Hidalgo ha asegurado además que la Economía Social extremeña está en un "buen estado" porque "a pesar de la difícil situación económica en que se encuentra el país los extremeños no están dudando en arriesgarse y poner en marcha sus ideas de negocio, apostando por las fórmulas de la Economía Social y el Autoempleo".

Economía social

Y es que somos otra forma de hacer empresa: primamos las personas por encima del capital, fomentamos la participación y tenemos la solidaridad y la responsabilidad social como bases capitales de nuestra política empresarial. Por ello nos denominamos empresas de Economía social. Somos las cooperativas, las fundaciones y sociedades laborales, los centros especiales de empleo… somos quienes están manteniendo y creando empleo, aun con la situación económica actual, somos empresas con una fuerte dimensión social y somos, en definitiva, una parte importante en el nuevo modelo económico que necesita España,.

Por todo ello, es tan importante el reconocimiento que supone la aprobación del proyecto de Ley de Economía Social. Un reconocimiento a nivel de una ley específica, que nos dará visibilidad y que regulará diferentes aspectos enmarcados en la denominación ‘economía social'. Un importante reconocimiento institucional, económico y social.

Se trata además de un proyecto de ley que marca un precedente legislativo no sólo en España sino en toda Europa. Porque con esta ley, España se convertirá en el único país europeo que tiene una legislación específica de economía social. Y esto será a finales de este año, que es cuando está prevista su aprobación definitiva en el Parlamento, después de que le diera luz verde el Consejo de Ministros.

Esta situación única, junto al importante reconocimiento que supone por parte de la Administración y de la sociedad, hace que el sector se sienta más que satisfecho con esta Ley, que nos da voz y que viene a reconocer un modelo de empresa participativo, responsable y generador de cohesión social, valores innatos de las empresas que somos de Economía Social e indispensables para la recuperación económica.

Y es que esta Ley, además de permitir reducir los trámites administrativos y cargas burocráticas necesarios para crear este tipo de empresas, configurará un marco jurídico que suponga el reconocimiento y mejor visibilidad de este sector, dándole una mayor seguridad jurídica y sin que sustituya la normativa vigente de cada una de nuestras entidades.

Entre las medidas recogidas en la nueva normativa se contempla la creación del Consejo para el Fomento de la Economía Social, un órgano que asesorará al Ministerio y que tendrá voz en el diálogo social. En él estarán representadas de forma paritaria las administraciones públicas y las entidades de la economía social.

Desde el punto de vista económico, la Ley permite el reconocimiento de nuestros valores, los de la Economía Social, al reforzar el desarrollo de las distintas fórmulas de empresa que se acogen bajo nuestros principios, sin dejar de lado la participación en la creación de empleo y en el PIB nacional.

Estos valores esenciales son quizás ahora más importantes que nunca por la situación económica actual. Se basan en la persona por encima del capital, en la solidaridad, en la participación y democracia, inclusión laboral de colectivos en exclusión, en el respecto ambiental… en definitiva, unos principios participativos y sociales, y a la vez haciendo empresa, con una forma distinta de emprender y de crear riqueza.