Extremadura es una de las principales zonas productoras de porcino ibérico en nuestro país, algo que está estrechamente ligado a nuestro ecosistema de la dehesa. El presidente de la Sectorial de Porcino Ibérico de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura, Emilio Montero, habla sobre presente y futuro del sector en esta entrevista.
Desde hace un tiempo se viene hablando de que el sector del porcino ibérico está en crisis, pero ¿cuál es el origen?
La masificación que se produjo en el sector, a lo que se le añadió la crisis económica generalizada. Hace unos años tuvimos un periodo de bonanza, en el que había buenos precios y se ganaba dinero, y eso hizo que se dedicaran a él gente que sin tan siquiera eran ganaderos. Aumentó el número de productores y hubo una sobreproducción, que es de lo que se está intentando recuperar ahora el sector.
Los ganaderos comenzaron a quitar animales madres y eso fue llevando a la ruina, porque las ventas iban siendo inferiores a los costes de producción. Algo que aún se mantiene.
El problema se trasladó a la industria, y ahora se ha sumado la crisis y el descenso del consumo, porque el consumidor ha comenzado a ver el producto ibérico como si fuera de lujo por el precio que tiene y no lo compra.
¿Y en qué situación se encuentra entonces ahora el sector?
Podría decirse que en una lenta recuperación. Muy poco a poco. El precio del cerdo ibérico ha subido, pero esto se debe a que hay menos animales, menos producción, porque la crisis del sector ha obligado a muchos ganaderos a abandonar sus explotaciones.
Ahora mismo hay poco animal engordándose, porque el precio del cereal está muy alto y, por tanto, el del pienso. Así que hoy sólo siguen en el sector los que tenían ya recursos o los que están en cooperativas. Necesitamos liquidez, es lo único que va a hacer que el sector se pueda ir recuperando, que se dé liquidez al ganadero y a la industria transformadora y que haya un importante apoyo al sector industrial. De lo contrario, el sector irá a peor.
Comentaba que muchos ganaderos han abandonado sus explotaciones…
Sí, hay un alto porcentaje de explotaciones relativamente pequeñas, las familiares, que han desaparecido y están desapareciendo. Los ganaderos están asfixiados. Tienen que soportar unos altos costes de producción, y aunque el precio de los animales ha subido porque hay pocos, la industria tarda en pagar. El problema para la industria es que no puede soportar tampoco esos precios, porque el precio del producto final ha bajado.
Los costes de producción son muy altos, hasta el punto de que ahora mismo el precio del animal de cebo es superior al de bellota, por el coste del pienso. Si un ganadero consigue mantiene una explotación es de milagro. Por eso no sube la producción, por los costes que tienen.
Y a nivel industrial ¿cuál es la situación del ibérico?
Es mala, por los altos precios de los animales y los bajos precios de los productos finales. La industria no va a aguantar esa situación mucho más tiempo, ya que además el número de sacrificios ha descendido.
Mientras un jamón no tenga el precio que debe tener, el industrial no ganará dinero para mantenerse y el ganadero tampoco. No puede valer más la materia prima que el producto acabado. No puede ser que el precio de un cerdo ronde los 350 euros y si lo vendes por piezas curado a los tres años cueste 250 euros.
¿Cuál podría ser la solución a todo ello?
Sin duda la solución pasa por un aumento del precio del producto ibérico curado. Es la única forma de que la industria obtenga un ligero beneficio y pueda pagar al ganadero, que así podría seguir con su actividad. Si el producto curado no tiene el precio que debe tener, la industria transformadora no puede pagar al ganadero, que no tiene entonces forma para continuar y abandona la explotación.
Otro factor importante es que aumentara un poco la producción, que hubiera más cerdos. Y además que se produjera una regulación importante de todos los mercados, desde el del pienso hasta el precio de los animales y el precio del producto del producto terminado.
¿Ahí entraría la nueva norma de calidad del ibérico?
La nueva norma de calidad puede ser una buena herramienta si se aplica como marca la ley. Que haya un mayor control de una norma que regula la que es una de las ganaderías con un peso más importante dentro de la economía de nuestra región como es el porcino ibérico.
¿Cree que la solución podría pasar también por las exportaciones, como sucede en otros sectores?
Sí, desde luego es un factor importante. Actualmente el sector realiza exportaciones sobre todo a países como Alemania e Italia. Hay que abrir nuevos mercados, pero también es verdad que hay algunos que están imponiendo vetos y trabas importantes a la exportación cárnica.
Respecto al consumo ¿la caída producida es significativa o no?
Sí, el consumo ha caído bastante. Y ahora más con la crisis económica global. Las ventas se han limitado prácticamente a la campaña de Navidad.
Se mantiene el consumo de carne fresca y han aumentado las ventas de magro para embutido. De lo que no o hay demanda es de piezas nobles, tanto en consumo particular como en restauración, donde lo que ha bajado es especialmente el ibérico de bellota.
¿Cree que la I+D+i influirá también en el avance del sector?
En cebo sí. En bellota el proceso es tradicional, el de siempre. La bellota se defiende sola, por así decirlo. En cebo, la I+D+i puede ser un factor a tener en cuenta. Ejemplo de ello es el proyecto impulsado por Acorex por el que se añadió Omega 3 a los piensos con los que se había alimentado cerdos ibéricos de los socios de esta cooperativa, con el fin de aportar propiedades funcionales al jamón, lomo y otros derivados del cerdo ibérico que se están comercializando como aperitivos en Bélgica.